Advertencia o semáforo: ¿cuál es el mejor modelo de etiquetado de alimentos para Brasil?

Los envases de alimentos llevan informaciones de los ingredientes que componen el producto con letras pequeñas, en la mayoría de los casos. Pero, ¿seria eso suficiente para alertar a los consumidores acerca de lo que están consumiendo? Para combatir problemas como enfermedades cardiovasculares y obesidad, causados, entre otros motivos, por malas elecciones alimentarias, Brasil ha debatido la implementación del etiquetado frontal, que es la inclusión de la información nutricional de los alimentos en la parte delantera del envase. Hay dos modelos principales en discusión, el de advertencia y el de semáforo. Los investigadores brasileños analizaron las dos propuestas para saber, principalmente, cuál era más eficiente y si ese cambio en los envases influenciaría a los consumidores a la hora de la compra de alimentos. La investigación mostró que el etiquetado frontal de advertencia aumenta las posibilidades de que la población consume alimentos saludables y pueda conocer el contenido nutricional de los alimentos.

Metodología

Los participantes de la encuesta fueron seleccionados a partir de sus características sociales, económicas, geográficas y educativas, de manera que la población brasileña esté representada. De un total de 3.353 personas, 1.607 respondieron completamente la encuesta. El estudio se realizó on line y tuvo como objetivo simular una compra en un supermercado. Inicialmente, los consumidores tuvieron que analizar imágenes de alimentos sin etiquetas frontales. En la segunda parte de la investigación, analizaron aleatoriamente uno de los dos modelos estudiados en los envases.

• 1.607

  participantes

• 804

  respondieron cuestiones relativas al modelo de semáforo

• 803

  respondieron cuestiones relativas al modelo de advertencia

Conclusión

La investigación mostró que las etiquetas con advertencias llevaron a un aumento del 16,1% en la intención de comprar la opción relativamente más saludable, en comparación con la primera etapa de la investigación, cuando los participantes respondieron sobre su predisposición a comprar los productos sin etiqueta frontal. La misma intención entre los que tuvieron contacto con el modelo de semáforo aumentó sólo el 9,8%. Además, la presencia del etiquetado frontal de advertencia mejoró la capacidad de los participantes para identificar qué productos contienen determinados nutrientes en exceso. Los participantes que contestaron preguntas referentes al modelo de advertencias identificaron correctamente el 24,6% más productos, si se comparan al control (productos que no tenían ninguno de los modelos de etiquetas frontales), mientras que los que vieron el modelo de semáforo han mejorado su capacidad de identificar los productos productos más saludables en sólo el 3,3%.

• 24,6%

  de los alimentos con triángulos fueron identificados correctamente

• 3,3%

  de los productos con semáforo fueron clasificados sin errores